Afinar con el punto de mira no siempre resulta sencillo cuando se trata de elegir de entre las ofertas fibra y móvil, aquella que más nos conviene. La primera variable sobre la que solemos apuntalar nuestra decisión pasa en la mayoría de las veces por el precio. Pero esto lleva aparejado un problema de análisis bastante grave, y es que se descuida el resto de factores que entran en juego a la hora de seleccionar oferta y compañía.
El mercado está repleto de operadoras que a su vez están repletas de opciones, por lo que la inversión de tiempo requerida para tomar una decisión nos acerca más al agotamiento que al acierto. Para agilizar un poco esta tarea te mostramos a continuación, más allá de gigas y precios, las tres claves que no pueden faltar en valoraciones de este tipo: permanencia, fijo y autónomos.
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Las compañías, que no descansan en su empeño por resultar atractivas, han comenzado a jugar con uno de los elementos más tentadores para captar la atención del usuario: la permanencia. En este sentido, la obligación de estar sujeto en el tiempo a una operadora por el hecho de contratar tarifas de fibra y móvil está desapareciendo.
Ahora bien, ¿qué se debe tener en cuenta antes de dar el paso? En primer lugar, es preciso cerciorarse de que la letra pequeña no esconde sorpresas, puesto que a veces lo firmado oculta permanencias reducidas o cuotas de alta inesperadas que sirven para soportar gastos en caso de abandono por parte del cliente. Éste, además, debe tener la seguridad de que no hay penalizaciones por abandonar. La libertad en la toma de decisiones debe primar en todo momento.
Para evitar que se produzcan bajas de clientes las compañías tienden a reforzar sus ofertas a base de complementos. Así, a día de hoy es elemental proveer al interesado de un buen servicio técnico, pero esto no es suficiente. El repertorio a analizar incluye aspectos como el tiempo de permanencia, las líneas de móviles adicionales que se brindan, los descuentos en la cuota por año acumulado o la posibilidad de contemplar minutos ilimitados en las llamadas.
Con más de un siglo de vida encima, el teléfono fijo todavía se resiste a desaparecer. Esta supervivencia no es ni mucho menos gratuita, ya que su uso sigue siendo compatible con la telefonía móvil e Internet. El dilema llega cuando toca decidir: ofertas de fibra y móvil, ¿con o sin fijo?
Tú decides, pero lo fundamental en este caso es tener claro que la cuota de línea está siempre contemplada en la factura que pagamos por contratar Internet, más allá de que incorporemos o no el teléfono fijo en el servicio. Partiendo de esta casilla de salida, es importante desconfiar de las ofertas que prometen precios más bajos por no incluir fijo. De hecho, siempre existen compañías que lanzan el anzuelo por así acaso.
Las ventajas que respaldan este modelo de telefonía son de sobra conocidas, pero en materia tarifaria habría que destacar principalmente dos. Por un lado, el coste de fijo a fijo es más reducido que el que pueda prometer el modelo móvil, algo que posibilita llevar a cabo conversaciones más extensas sin miedo a la factura. Por otro lado, llamar al extranjero es también más barato.
En cuanto a las desventajas de prescindir del teléfono fijo en una oferta, podemos citar la seguridad que éste aporta en caso de que la telefonía móvil falle; no tiene sentido renunciar a esto. El otro inconveniente es, por supuesto, tener menos alternativas de contratación, ya que la línea fija siempre está incluida.
Otro punto caliente. Eres autónomo y, dada la estrecha relación que mantienes con la red y tu teléfono móvil, te ves en la obligación de reducir sin concesiones el gasto mensual que ambas cosas te generan. La disyuntiva se cae por su propio peso, pues te toca elegir entre tarifas para particulares o tarifas para autónomos.
En concreto, es imprescindible conocer cuáles son los factores determinantes que manejan las compañías. Éstas, conscientes del escenario de dependencia que se plantea, proponen planes económicamente más reducidos para los trabajadores por cuenta propia. De esta forma, es preciso analizar las circunstancias de cada uno y empezar a estudiar asuntos como los siguientes: número de líneas que se necesitan, número de minutos, cantidad de datos móviles o permanencia, entre otros.
En este ámbito, la principal diferencia entre un autónomo y un particular radica en el tiempo de uso, por lo que las operadoras tratan de suavizar precios en variables de este tipo.
Llegados a este punto, sólo resta trazar una pequeña síntesis de impresiones a modo de broche final. El análisis nos invita en primera instancia a desconfiar de la espectacularidad de algunas ofertas, ya que el trasfondo suele encerrar matices inesperados. Hay que informarse al detalle para evitar engaños.
Por lo demás, es interesante contemplar que todos los usuarios cuentan con sus propias particularidades, necesidades y hábitos, por lo que resulta conveniente ceñirse al perfil concreto de cada uno a fin de eludir gastos adicionales.
Publicación modificada el 24 enero, 2020 16:40
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